9/10/13

Los primeros

He visto el cielo abrirse y las puertas cerrarse tras vosotros. He visto vuestros rostros sin cortar, vuestras uñas de colores, vuestros estuches firmados. Os he visto correr y saltar por los pasillos, empujarse como bestias y hacer rebotar de furia las ventanas. Tirar bolas de papel sobre las cabezas de desconocidos, rayar con llaves las mesas, hacer volar borradores por los aires.
He sentido vuestro abrazo como una estrella de cine, pero las estrellas siempre fuisteis vosotros.
Y a ellos les he visto estresados, maldiciendo, tapándose la cara a veces desesperados, perdidos en vuestros gritos. Pero también les he visto llorar por vosotros, buscar como los osos bajo tierra justo eso que os arranque la sonrisa. Y he visto esas sonrisas que buscaban, y luego las que ellas provocan en nosotros. Y me he sentido parte de ellos porque mi cuerpo pide y busca lo mismo. Ese brillo en la mirada, esa batalla diaria que nadie pierde ni gana. Horas y horas entregados abrillantando metralla, los cañones apuntando, las mochilas pisoteadas por el suelo.
He tenido al mismo tiempo ese temor y ese orgullo, he sentido a la vez pena y orgullo. Y el orgullo, una vez que aparece bajo el pecho, ya no se vuelve a ir jamás.
Sé por qué hacen lo que hacen, porque yo he querido hacerlo también. Porque quiero cada día, porque me hacéis recordar qué era eso de la esperanza, qué significa ser niño, qué significa crecer.
Os quise el primer día que os conocí y os toqué, y os quiero cada día igual, y todos los días os quiero. Sois la pulpa de ilusión que infecta la pesadilla, la vitamina que absorben mis muñecas con el sol, mi país de Nunca Jamás, mi salto en la estratosfera.
Y rezo cada mañana por que la niebla del día no os despeine la melena, por que la vida no arranque con su crueldad tus horquillas, por que comprendáis un día que nada sobre el planeta debería importaros más que vuestra propia alegría.
Que seáis buenos de columna, buenos de alma, gente buena. Que conservéis esa rabia pero la sepáis filtrar. Que peleéis sin violencia, que peleéis de verdad.
Que conquistéis esta calle y tras ella la ciudad.
Y que recordéis que os quiero, mis niños, que os quise desde el principio y lo haré hasta que la tinta ya no me dé para más.

"Pero a nosotros nos quieres más, ¿a que sí? ¡Porque nosotros fuimos los primeros!" Sonia, 1º de ESO, Instituto Ramón Carande.

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